domingo, 3 de agosto de 2014

Miles de suposiciones pasan por tu cabeza ante mi silencio,
y es que no se cómo explicarte que tengo exactamente las palabras que describen mis pensamientos,
pero tengo miedo, miedo de que mis palabras sean igual de hirientes que mis acciones,
y que con ello sea la razón de que te liberes de mi atadura,
tengo miedo porque sé que tienes soluciones en la manga que no quisiera tomar, sé que tu terquedad es infinita y mi debilidad es inminente.

Siete años tal vez no sean suficientes para conocerte, sin embargo puedo asegurar cada porqué de tus reacciones, cada hola que a la larga se esfuma, siendo yo la causante de tu distancia.

Comprendo que enmiendas tus errorres, acepto que partte de esos errores me pertenecen, pero a ambos nos atan nuestros actos por situaciones mas profundas de lo que solemos enseñar. Pero comprende también que las decisiones que tomé fueron para poder continuar. Cerrar ciclos es mi especialidad, unos duran más tiempo en cerrarse que otros pero cuando finalmente cierran no hay vuelta atrás y es algo que sin duda ni yo puedo retractar.

Así que discúlpame por saber que eres mi remedio, por saber que no hay nadie como tú, que me conoce enamorada, me conoce enojada, me conoce caprichosa, estresada,, triste, feliz, que me conoce el antes y el después de mi transición, que conoce a mis ángeles y a mis demonios tal vez hasta cada detalle sin tener conciencia de el y no te importa en absoluto, no te importa más que complacer cada parte de mi y de ti estando conmigo.

Te quiero y no lo siento, te extraño pero me gusta tu distancia, me odio porque te busco en alguien más que no existe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario